están trabajando en sus proyectos finales. Esta experiencia docente ha sido muy diferente de la que tuve con las chicas del curso de grado La ensoñación del imperio. El cuento hispano del siglo XX Estos días están siendo intensos. Tras las vacaciones de Navidad, los chicos del máster
Son varios los aspectos que conviene analizar. Sin duda, la diferencia de nivel entre los dos grupos marca una distancia, así como la heterogeneidad del grupo de máster, en el que hay dos erasmus que vienen desde España. Ha sido interesante lo que estos dos estudiantes han aportado en la clase.
En definitiva, ha sido un curso con más tendencia a preferir el modelo tradicional de enseñanza que a la impartida por medios digitales. El programa del curso del máster también ha influido bastante. Creo que he sido ambiciosa, dadas las horas del curso y la cantidad de clases a las que estuvieron expuestos los estudiantes, en especial, las chicas húngaras, un total de 14 clases en un semestre. Para el semestre de primavera, me toca revisar estas cuestiones y...
tener en cuenta otras que me propongo exponer aquí. Veremos a ver si conseguimos desarrollar una exploración de las vías metodológicas en la pedagogía del aula digital, que sea, además, aula trasnmedia.
Ha sido curioso que el grupo de grado, desde el principio, formó de manera natural un equipo que, sin complicadas explicaciones, entendió el espíritu colaborativo que se le proponía. Por el contrario, los chicos del máster han fallado en esta cuestión. Se han centrado más en el proyecto de manera bastante individual, atendiendo a los plazos que más se ajustaban a sus ritmos personales, lo cual me ha obligado a batallar un poco con el asunto del tiempo y las fases de desarrollo del proyecto. En este sentido es muy interesante observar la sorpresa de los estudiantes al explicárseles que lo que se evalúa no es un resultado final, sino el proceso en el que se elabora el trabajo y su resultado consecuente, es decir, son estudiantes que no están familiarizados con la evaluación continua.
También he observado una dificultad para comprender nuestra metodología. La mayor parte de los estudiantes (tanto de grado como de máster) confundieron el sentido del curso al ser planteado desde lo tecnológico. Es ilustrativo el caso de las chicas del curso de grado, pues se les encomendó hacer el proyecto y tardaron en realizarlo unos dos o tres días. Los problemas fueron evidentes. Ausencia de tesis o tema en sus proyectos, ideas inconexas o divagación, falta de profundidad en los planteamientos, o ausencia total de pensamiento crítico. Si bien utilizaron elementos media, las páginas tendían a la estaticidad, carecían por completo de dinamismo. En definitiva, estaban haciendo un trabajo tradicional de papel, pero en la web. Muchos de los elementos media no se ajustaban al contenido de las páginas o de las ideas que exponían. El otro problema fue la maquetación.
A partir de ahí, se nos ocurrió montar el foro y desmontar todos los proyectos. Los estudiantes tuvieron que empezar de nuevo, esta vez, tardaron unos dos meses en completarlos, ahora de manera satisfactoria. Algo parecido nos está ocurriendo con los chicos del máster, con el inconveniente de que tanta resistencia a lo largo del curso, ha derivado en una escasez de tiempo y una falta clara de participación o colaboración entre ellos.
A partir de ahí, se nos ocurrió montar el foro y desmontar todos los proyectos. Los estudiantes tuvieron que empezar de nuevo, esta vez, tardaron unos dos meses en completarlos, ahora de manera satisfactoria. Algo parecido nos está ocurriendo con los chicos del máster, con el inconveniente de que tanta resistencia a lo largo del curso, ha derivado en una escasez de tiempo y una falta clara de participación o colaboración entre ellos.
Empezar desde el principio, otra vez, en el caso de las chicas de grado, posibilitó que las estudiantes comprendieran que el mismo ejercicio de delimitar un tema, encontrar argumentación crítica, buscar una bibliografía adecuada (y materiales media adecuados) no sólo sirve en el caso de una metodología docente tradicional, sino que, asimismo, forma parte del aula digital. Y a esto le dedicaron el mayor tiempo posible. A partir de ahí, las fases de desarrollo se fueron completando casi sin problemas, la preocupación por el uso del software se minimizó, y se centraron más en el proyecto como tal.
En este sentido, los proyectos fueron exitosos, alcanzaron los objetivos propuestos: las estudiantes ampliaron sus conocimientos sobre el autor que escogieron para su proyecto, pero también sobre los escritores que escogieron sus compañeras, aprendieron a desarrollar una idea central con argumentos críticos empleando, para ello, todo material critico adecuado, en formatos diversos (escrito, visual, auditivo).
Asimismo, entablaron una comunicación paralela sobre asuntos diversos (intercambio de información) en el foro, con lo que, por razón del proyecto, se salieron del mismo, y aprendieron más sobre temas asociados a los diferentes proyectos en curso, al ponerlos en común con la clase.
En este sentido, los proyectos fueron exitosos, alcanzaron los objetivos propuestos: las estudiantes ampliaron sus conocimientos sobre el autor que escogieron para su proyecto, pero también sobre los escritores que escogieron sus compañeras, aprendieron a desarrollar una idea central con argumentos críticos empleando, para ello, todo material critico adecuado, en formatos diversos (escrito, visual, auditivo).
Asimismo, entablaron una comunicación paralela sobre asuntos diversos (intercambio de información) en el foro, con lo que, por razón del proyecto, se salieron del mismo, y aprendieron más sobre temas asociados a los diferentes proyectos en curso, al ponerlos en común con la clase.
Entendieron que su trabajo tiene un valor, y que su proyecto, lejos de quedar encerrado en un cajón o en el aula física, está expuesto al mundo. Verificaron que sus pensamientos y aportaciones son útiles para la ciber-comunidad de estudiantes y profesores. Aprendieron que, por estar expuestos al mundo, los proyectos adquieren la posibilidad de ser cuestionados, con lo que su trabajo no queda en un diálogo estudiante-profesor o estudiante-estudiante, sino que se amplifica y cobra una dimensión de obra abierta.
Aprendieron, asimismo, el uso de tecnologías para la realización del proyecto, y más importante aún, practicaron el diseño del mismo, en el que tuvieron que adecuar la organización de la información que se comunica, para que sea efectiva, en el caso del lector digital.
En el caso de los chicos del máster, esta fase colaborativa queda un poco coja, y se nota en la dimensión crítica que lanzan los proyectos. Dadas las circunstancias, son proyectos que se quedan en un estadio de evolución media, diríase que incompleta. Algunos están descubriendo su verdadera tesis ahora que casi están acabando, lo cual es bastante normal, eso les ralentiza el acabado y nos obliga a delimitarles mucho, así como a nosotros, los docentes, a hacer un extra, al recomendarles tal o cual bibliografía o sitio web, cual lazarillo de emergencia, una intrusión que merma su esfuerzo por aprender contenidos nuevos, pero necesaria, ya que sin ella, y dada la premura, escogerían (y escogen), en ocasiones, materiales arriesgados, de escaso contenido crítico, a veces, de dudosa seriedad o riguroso contenido académico.
Aprendieron, asimismo, el uso de tecnologías para la realización del proyecto, y más importante aún, practicaron el diseño del mismo, en el que tuvieron que adecuar la organización de la información que se comunica, para que sea efectiva, en el caso del lector digital.
En el caso de los chicos del máster, esta fase colaborativa queda un poco coja, y se nota en la dimensión crítica que lanzan los proyectos. Dadas las circunstancias, son proyectos que se quedan en un estadio de evolución media, diríase que incompleta. Algunos están descubriendo su verdadera tesis ahora que casi están acabando, lo cual es bastante normal, eso les ralentiza el acabado y nos obliga a delimitarles mucho, así como a nosotros, los docentes, a hacer un extra, al recomendarles tal o cual bibliografía o sitio web, cual lazarillo de emergencia, una intrusión que merma su esfuerzo por aprender contenidos nuevos, pero necesaria, ya que sin ella, y dada la premura, escogerían (y escogen), en ocasiones, materiales arriesgados, de escaso contenido crítico, a veces, de dudosa seriedad o riguroso contenido académico.
Veremos el final, aún queda por ver hasta dónde dan de sí los resortes de los chicos. Pero parece claro que, si bien a las chicas del curso de grado les quedaron claras las premisas y pautas de la elaboración de un proyecto colaborativo, no estoy tan segura de que esto se haya cumplido en el caso de los chicos del máster. Estos días preparo una batería de preguntas para que me den sus comentarios acerca del curso.
La otra lección que he aprendido este semestre es que hay que ser receptivo y entender que algunos estudiantes, por circunstancias, no pueden subirse al carro de lo digital tan fácilmente (falta de tiempo, imposibilidad de acceder a internet, no disponibilidad de ordenador o computadora, etc.), hay que estar preparado para eso y, sobre la marcha, ir ofreciendo soluciones.
La otra lección que he aprendido este semestre es que hay que ser receptivo y entender que algunos estudiantes, por circunstancias, no pueden subirse al carro de lo digital tan fácilmente (falta de tiempo, imposibilidad de acceder a internet, no disponibilidad de ordenador o computadora, etc.), hay que estar preparado para eso y, sobre la marcha, ir ofreciendo soluciones.
Debe haber un hueco para las correcciones de los textos que se escriben en los proyectos. Debo buscar cómo encajar esta fase dentro de la evolución de la creación de cada proyecto, así como la forma. Existen posibilidades, las chicas del curso de grado colaboraron entre ellas para corregirse, pero hace falta más. Quizás me plantee darles comentarios en pdf. Veremos, como digo, esta parte está en mente, pero tengo que explorarla más.
En fin, y ya como conclusión, para el próximo semestre estoy pensando en no ser tan ambiciosa con el programa, concretar y delimitar el curso por objetivos, y bloques, así como por puntaje de cada actividad y sección. Durante las primeras semanas los someteré a un goteo de "lluvia de ideas", para que empiecen a trabajar en las tesis y la bibliografía de manera colaborativa. En ese sentido, el foro y el nuevo software Glass, se prefiguran como los campeones de este modelo pedagógico.